viernes, 30 de octubre de 2015

José de los Santos de Michelena y Rojas Queipo




José de los Santos de Michelena y Rojas Queipo nació en Maracay, Edo. Aragua, el 1 de noviembre de 1797. Hijo del español Santiago José Michelena y de María Teresa Rojas Queipa y Natera. 
Contrajo nupcias y tuvo descendencia.
Muy joven intentó luchar como soldado a favor de la Independencia, pero al caer prisionero y tomar en cuenta las autoridades su edad, se le exigió abandonar el país. A partir de ese momento comienzan sus viajes y los estudios en el área del derecho y el comercio. Se residenció en Filadelfia, Estados Unidos de Norteamérica; la Habana, Cuba; Bogotá, Colombia; en Inglaterra,Francia y España; representando a su país  en importantes cargos políticos.
Comenzó en el mundo político en 1824; y dos años más tarde ya era Cónsul y agente fiscal de la Gran Colombia, en Londres, Inglaterra. En 1828 regresó a Caracas, y recibió el nombramiento de oficial mayor de Hacienda y Relaciones Exteriores. Al iniciar José Antonio Páez la presidencia de Venezuela, en 1830, fue designado Michelena como secretario de Estado en Hacienda y Relaciones Exteriores, organizando la nueva Hacienda Pública Nacional; posteriormente en 1833, el presidente Páez lo seleccionó como enviado especial y ministro plenipotenciario ante los gobiernos de Nueva Granada y Ecuador a objeto de solucionar el pago de la deuda pública exterior de los Estados integrantes de la Gran; situación que resolvió distribuyendo la deuda en cantidades proporcionales a las respectivas poblaciones. En este mismo cargo, negoció con la Nueva Granada el Tratado de Amistad, Alianza, Comercio, Navegación y Límites, que se firmó el 14 de diciembre de 1833, conocido como Tratado Michelena-Pombo.
Santos Michelena vivió los convulsos días que desataron la Revolución de las Reformas, en 1835, en el cual fue desterrado el Dr. José María Vargas. Derrotada la revolución por Páez, éste se comprometió a mantener en sus grados militares a José Tadeo Monagas y a todos aquellos que participaron. Sometido el asunto a discusión por parte del Consejo de Gobierno, aquellos decidieron indultar a todos los que participaron, oponiéndose a esa resolución Santos Michelena; renunciando al cargo inmediatamente. Luego de aquella experiencia se retiró de la política casi un año; cuando fueron requeridos sus servicios nuevamente en 1836, aceptando el cargo de ministro plenipotenciario de Venezuela Estados Unidos de Norteamérica para definir y concretar los detalles del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación suscritos con el país del Norte. Al regresar a Venezuela iba a ser el alcalde segundo de la ciudad, sin embargo renunció y se retiró a su fundo agrícola en Maracay, Edo. Aragua. Ese segundo retiro no duró mucho pues en 1837, el vicepresidente Andrés Narvarte, encargado del Poder Ejecutivo, lo convenció para que aceptara nuevamente la Secretaría de Estado de Hacienda y Relaciones Exteriores; renunció y se convirtió en enviado especial y ministro plenipotenciario de Venezuela ante la Nueva Granada, cargo en el que estuvo hasta 1840; pues tenía como meta presentarse como aspirante a la vicepresidencia de Venezuela; cuatro años más tarde fue postulado para la Presidencia de la República; cargo que ganó finalmente Carlos Soublette.

En 1845, fue nombrado enviado especial y ministro plenipotenciario ante Gran Bretaña, Francia y España y se encargó de canjear en Madrid las ratificaciones del Tratado de Reconocimiento, Paz y Amistad entre Venezuela y España. Renunció a los tres años y de regreso a su país natal, fue elegido representante por Caracas ante el Congreso Nacional. Posteriormente hubo disturbios en el recinto entre las distintas facciones políticas y recibió una herida de arma blanca el 24 de enero de 1848, hecho conocido como el Asalto al Congreso; producto de aquella herida falleció el diplomático y político el 12 de marzo de aquel año.

Lic.  Sonia Verenzuela T.
2015